sábado, 23 de julio de 2016

Mi parto I

Como ya os comenté por Instagram hemos estado éste último mes y pico sin internet así que no he podido postear nada en el blog y apenas he aparecido por las redes sociales, así que creo que lo primero que debo hacer, antes de comenzar a contaros como fue mi parto, es pediros disculpas a todos y comunicaros que va a haber cambios en el blog. En vez de publicar dos post a la semana, de momento habrá solo uno, pero ayer llegamos a España para quedarnos durante una temporada a que la familia conozca a Etel y a la vuelta si el pequeño me lo permite intentaré retomar el blog y al menos publicar una vez a la semana, pero de momento os pido mil disculpas si no puedo daros contenido que leer periódicamente.

Tal y como habréis visto en el título voy a dividir esta entrada en dos post puesto que me gustaría ser detallista e, intentando no enrollarme demasiado, contar con detalle como fue, o al menos todo lo que recuerdo, porque ya casi ha pasado un mes y algo se me olvidará seguro.

Una vez dicho ésto no me enrollo más y entro de lleno a contaros lo que fue

MI PARTO

Como ya os adelanté por las redes sociales, mi parto no fue lo que se suele llamar "una horita corta", no fue sencillo y por supuesto no fue para nada lo que me esperaba así que si quieres estás a tiempo de dejar de leer.

La noche del 20 de junio paparockero y yo estábamos viendo una película y yo notaba al elefantito muy inquieto en la barriga, más de lo normal. Esa noche había luna llena y ya me habían advertido que se podía adelantar por eso, pero era un poco escéptica al respecto, para qué nos vamos a engañar. Nos fuimos a la cama sin darle mayor importancia, si quería llegar que llegara, pero supusimos que se estaría girando ya que llevaba un tiempecito colocado boca abajo, pero o bien mirando hacia delante o hacia atrás y no de lado como debía estar.

A la una de la mañana yo ya estaba algo cansada del ya tan familiar insomnio y paparockero algo harto de mis vueltas así que hablamos un poco y a la una y media le dije que me iba a levantar. Mientras le daba un beso noté un pequeño escape de "pis", como los normales que solemos tener las embarazadas, pero al levantarme de la cama ese escape se convirtió en una fuente, y yo, no tuve otra reacción, que echarme a reír ante la mirada de "ésta está loca" de paparockero.

En el instante en el que le dije que estaba rompiendo aguas su expresión cambió por completo, saltó de la cama preguntando que había que hacer y mientras le mandé a por un café me fui a dar una ducha antes de ponerme a meter las cuatro cosas que faltaban a la maleta.

Yo pensaba que éso de romper aguas era un poquito y listo, pero no, salí de la ducha y mientras me secaba volvió a empezar, total que me teníais que ver con la parte de arriba del pijama, una toalla bajo los pies y andando cual pinguino por casa para ultimar las cosas antes de irnos. Total que cuando estuvo todo listo me volví a meter a la ducha, me puse un empapador y salimos para el hospital.

A las cuatro menos cuarto de la mañana del día 21 llegamos a la planta de paritorios (aquí en Berlín, no sé en el resto de Alemania, no se entra por urgencias), una vez allí me dejaron tres cuartos de hora en monitores para ver que todo estaba bien por ahí dentro y seguido me hiciero una prueba a ver si realmente era líquido amniótico o no, mientras venía la doctora de guardia a hacerme una ecografía. Efectivamente había roto aguas y estaba oficialmente de parto. Cuando llegó la ginecóloga nos confirmó que el niño se había girado, que estaba en la posición idónea para nacer y que de momento sólo quedaba esperar, que el cuello del útero estaba aún muy largo y sólo tenía un centímetro de dilatación.

Una de las diferencias entre España y Alemania, al menos en el tema del parto es que aquí, en casos como el mío, te proporcionan una habitación doble, para tí y tu acompañante, con una cama de matrimonio para poder pasar el tiempo cómodamente hasta que realmente llegue la hora del parto. Así que una vez en ella nos metimos a la cama a intentar dormir un poco antes de que llegaran las contracciones.

Sobre las seis de la mañana me desperté con una molestia como de regla, habían llegado las contracciones, después de todo el embarazo sin ellas me resultó curioso que no fueran demasiado fuertes tras casi cinco horas de parto. Después de unos cuántos paseos, otros monitores y de un tacto nos dijeron que ya se había borrado por completo el cuello del útero y ya había dos centímetros de dilatación, que se preveía un parto largo y debía procurar dormir algo.



A las nueve y media, y viendo que no podía dormir, decidimos pedir algún calmante suave y conseguimos dormir hasta la una que llamaron a la puerta, era hora de otro tacto y tras él otra vez las correas. Durante el ratito de los monitores vino otra doctora a decirnos que tras doce horas de parto el proceso se había parado, el cuello del útero se había alargado medio centímetro pero que sólo había dilatado hasta llegar a los dos centímetros y medio y que era el momento de informarnos sobre el proceso que íban a seguir para inducir el parto y en caso de que tampoco resultara los riesgos de una cesárea.

Nadie se plantea que su parto vaya a ser provocado, pero en mi caso tampoco había muchas más opciones, los latidos del niño estaban bajando, aún había tiempo antes de ir diréctamente a la cesárea, pero había que hacer algo para acelerar el proceso así que obviamente, sabiendo los pros y los contras de todo lo que iban a hacerme accedimos, lo primero era la salud de mi bebé...




2 comentarios:

  1. Bueno y... ya con algo de tiempo de margen, ¿cómo va? ¿cómo estáis?

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    1. Pues bien, aunque si que es verdad que entre mi suegra cuando fue a Berlín y ahora aquí en España con toda la familia tenemos mucha ayuda. Ya veremos el mes que viene que estamos solos, o más bien estoy, que paparockero empieza a trabajar de nuevo...

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