miércoles, 9 de noviembre de 2016

Colechamos?

El tema del colecho últimamente está muy de moda, y como no, todo el mundo tiene una opinión al respecto y ante la llegada de un bebé siempre está la pregunta que te haces tú mismo y que te hacen los demás. ¿Vas a colechar?

Para nosotros en un principio era una opción ideal, la cuna la iban a traer mis suegros y no sabíamos si la tendríamos aquí antes de la llegada del elefantito, tenemos una cama de metro ochenta así que por espacio no era y viendo las experiencias de blogeras e instamamis a las que sigo parecía cómodo, fácil y práctico, pero luego nos pusimos a pensar.

Paparockero tiene y emana un calor infernal sea la época del año que sea, ya puede estar nevando fuera que éste hombre en la cama siempre tiene calor, y yo que me muevo más que un gusano, no éramos buena combinación para tener a un bebé en medio.

La primera noche durmió en el capazo, después de volver del hospital mi pobre estaba rendido, y aunque mis suegros ya habían llegado eran las 5 de la mañana y como os podéis imaginar la cuna no estaba montada. El segundo día colocamos la cuna, aunque no en mi lado de la cama, pues la cuna que nos habían prestado, y la que actualmente tenemos es de las antiguas, de madera, con patas de mecedora, por lo que tuvimos que ponerla a los pies de la cama.

Al principio, las primeras tres semanas, como estaban mis suegros en casa, el niño dormía en el capazo, teníamos el carro en el salón y así resultaba más cómodo para todos, le podíamos vigilar y el niño estaba cómodo. Pero cuando llegaba la noche y había que pasarle a la cuna no había lugar a la equivocación, en el momento en el que su cuerpito tocaba el colchón a llorar, le dejabas en nuestra cama y sin problema. Al principio pensamos que podía ser que el colchón no le gustara porque fuera demasiado duro o algo, pero al cumplir el mes llegamos a España, otra cuna, otro colchón, mismo problema.



Tanto en nuestra cama, como en la de mis padres se quedaba dormido sin ningún problema, pero no había manera de que lo hiciera donde debía, aunque habíamos progresado, una vez dormido no había problema para cambiarle de un sitio a otro.

Volvimos a Berlín y seguíamos pegándonos cada noche, cada siesta y seguía sin haber manera, hasta que descubrimos por qué. El pequeño ha salido a su madre y se mueve una barbaridad por la noche y la cuna no le gusta ¡porque pega con los barrotes! Al estirarse da con las manos en las chichoneras y no le gusta notarse aprisionado, por lo que se ve. Para pasar un ratito viendo el móvil o jugando pase, pero para dormir no le gusta la cuna.

Así que hemos acabado colechando, en contra de las ordenes de la pediatra del hospital, porque no fueron sugerencias, fueron órdenes, y bastante concisas todo sea dicho. El niño en su cuna, en nuestra habitación, pero en su cuna, sin juguetes, ni mascotas, ni mantas, ni absolutamente nada, él, en la cuna, con el saco de dormir, punto. Pero ya sabemos que cada uno con sus cadaunadas, como digo yo.

En definitiva, nosotros colechamos a medias. Durante el día las siestas se hacen en la cama de mamá con las almohadas de protección en los bordes para no caerse, y por la noche paparockero le duerme en la cama, cuando nosotros nos vamos a acostar le pasamos a la cuna, pero después de la primera guardia, sobre las 4 de la mañana, acaba quedándose con nosotros.

Según mi experiencia solo os puedo recomendar que sigáis vuestro instinto y las preferencias de vuestro pequeño. Por mucho que os digan que le podéis aplastar o que hay riesgo de un golpe de calor; yo tengo comprobado que cuando el niño duerme entre nosotros me muevo menos durmiendo, y que a la mínima que tengo calor compruebo su temperatura. Al principio parapetábamos el centro de la cama con el cojin de lactancia para no correr riesgos, después nos dimos cuenta de que era más incordio que otra cosa, el niño se sentía igual de enjaulado que en la cuna y nos quitaba un valioso espacio a los tres.

A fin de cuentas puedo decir que sí, nosotros colechamos, y aunque a veces es incordioso y que se echa de menos dormir abrazada a paparockero, es una maravilla el abrir el ojo y ver que padre e hijo son iguales, duermen en las mismas posturas e incluso hacen las mismas muecas.


¿Que opinión tenéis vosotros sobre el colecho? ¿Lo practicáis? ¿Cómo os va?

2 comentarios:

  1. A nosotros la matrona nos ha comentado que no hay apenas peligro si el bebé duerma en su cuna, pero que si está en medio de los dos debemos tener mucho cuidado ya que el riesgo de muerte súbita aumenta mucho.

    Así que por el momento tengo pensado colechar pero con el bebé en su cunita pegada a nuestra cama.
    Lo que no se, es si optar por una cuna de madera o de tela, ya que por lo que he podido ver cada vez hay más cunas de colecho.
    http://www.lahabitaciondemibebe.com/cunas-colecho-para-bebe-ventajas-opiniones-mejores-marcas/

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    1. La elección de la cuna es más personal, ahi sólo puedo decirte que con las de tela hay que tener cuidado cuando el niño empieze a moverse no saque nada de su sitio, y que las de madera son propensas a los chichones, así que lo que mejor se te acople y con lo que más conforme te sientas.

      Y si, tu matrona tiene mucha razón, al dormir entre los dos hay mayor riesgo de todo, de muerte súbita, de golpe de calor, de asfixia, de aplastamiento. Es cierto, pero también es cierto que, al menos nosotros, cada vez que nos vamos a mover, nuestro subconsciente nos despierta, que no tapamos al niño con la misma cantidad de mantas, es decir, si nosotros tenemos dos el niño tiene una, porque con nuestro calor corporal si no sería demasiado...

      Simplemente, el mejor consejo que te puedo dar es que te guíes por tu instinto.

      Un besito.

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