Necesitaremos:
- 2 yogures naturales o de limón.
-
2 vasos de yogur de harina.
- 2
vasos de yogur de azúcar.
-
2
vasos de yogur de leche.
-
2 huevos.
-
1 cucharada de postre de levadura.
-
100 gramos de mantequilla.
A cocinar:
Lo primero que tenemos que hacer es encender el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo, yo personalmente le pongo con ventilador, pero es más preferencia personal porque creo que el calor se distribuye mejor.
Ésta
receta es extremádamente sencilla de hacer y una muy buena opción
para sacarnos de un apuro si nos hace falta un postre o bien un
desayuno que no requiera de mucho esfuerzo.
Derretimos
la mantequilla, en el microondas vale, y engrasamos el molde o la
fuente que vayamos a usar y el resto lo añadimos a la mezcla de
ingredientes.
Mezclamos
todos los ingredientes en un recipiente hondo, yo suelo usar yogures
griegos porque me da la sensación de que dejan la masa más
esponjosa, pero se puede hacer con cualquier clase de yogur y
usandolos con sabor limón le damos también un toque diferente.
Vamos
a usar los mismos recipientes del yogur como medida para el resto de
ingredientes, por lo que tampoco vamos a manchar nada, como os decía
es la receta perfecta.
Cuando
tengamos todos los ingredientes en el recipiente, podemos añadirle
rayadura o esencia de limón, o si hemos utilizado yogures naturales
otra opción sería echarle rayadura de naranja. En mi casa no suele
haber limones así que la dejo tal y como está, pero si queréis
podeís probar diferentes opciones. Ahora sólo queda batirlo todo
bien con una batidora de brazo normal, tenemos que tener cuidado no
se nos queden grumos de la harina, pero en un par de minutos
tendremos una mezcla líquida y homogénea.
Ya
sólo nos queda verter la mezcla en el molde o la fuente engrasada
con mantequilla y listo, el horno ya estará a la temperatura ideal
para hornear nuestra quesada. Yo uso un fuente de horno de las que
solemos usar para el asado para que no quede muy gruesa, pero podemos
usar cualquier tipo de molde que tengamos a mano.
Dejamos
hornear durante 30 minutos y si no estamos seguros de si está
correctamente echo en su interior siempre podemos hacer la prueba del
pinchazo que consiste en pinchar con un palillo, pincho moruno o
cuchillo en la quesada y si sale limpio estará perfectamente
cocinado también por dentro.
Ya
sólo queda dejarlo enfriar y servir.
Lo
bueno de ésta receta es que es totalmente personalizable, si el
molde que tenéis es pequeño o símplemente queréis hacer menos
cantidad para probar, o por el contrario tenéis invitados y
necesitáis una más grande, lo único que tenéis que hacer es
variar el número de yogures, es decir, podemos usar un yogur, un
vaso de yogur de harina, un vaso de yogur de leche, un vaso de yogur
de azúcar, un huevo y 50 gramos de mantequilla, la levadura no hace
falta cambiarla, o si queréis más cantidad lo hacéis al contrario,
pero básicamente podéis controlar la cantidad de quesada que hacéis
de manera muy fácil y sin tener que estar peleándoos con las
proporciones y la báscula.
Ya sabéis que si os animáis a preparar este deliciosa quesada me gustaría saber qué tal os ha ido, si os ha parecido difícil, si os han gustado, etcétera.
Un besazo enorme y espero vuestras fotos y comentarios tanto aquí como en Instagram.
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